CAPITULO 17
LUNA
No
puedo creer que esté pasando esto, estoy comprometida con el hombre de mis
sueños, si Ale es el hombre que siempre espere, el hombre más dulce, honesto,
amoroso, romántico y que decir el más caliente y fogoso que he conocido de solo
imaginar esa imagen de él apoderándose de mi boca, comienzo a sentir mucho
calor…
-Luna!!!!
Te pasa algo de repente te pusiste muy roja amiga, tienes temperatura- no puedo
creer que piense que tengo calentura, si supiera que es otro tipo de calentura
la que tengo.
-Azul
no te preocupes estoy bien solo siento un poco de calor son demasiadas emociones
por un día- me da una sonrisa para tranquilizarme –Si debe de estar pletórica amiga
y tienes que descansar, pero sabes estoy feliz de que ahora seremos amigas y
cuñadas que emoción!!! Me encanta ver emocionada a mi amiga, pero debo confesar
que me muero de terror, no sé cómo haré para estar de pie en mi boda quiero
caminar al altar con mis propios pies y no con esta silla que me deprime, tengo
que hablar con Alejandro y con su amigo con respecto a lo de la adopción y que
tanto tiempo tenemos para esperar para realizar la boda.
-Si
amiga a mí también me alegra que vayamos hacer familia, sabes tengo que confesarte
algo- miro su carita como interrogándome -¿Qué sucede Luna? Ya te arrepentiste
de casarte con mi hermano- comienzo a reír como una loca y Azul se ríe conmigo.
-No,
claro que me quiero casar con tu hermano- suelto un largo suspiro –Oye me habías
asustado, ¿qué sucede entonces?-
No se
si decirle a Azul que quiero posponer la boda hasta que pueda entrar por mi
propio pie a la iglesia.
-Es
que no sé cómo decirte, no sé cómo lo vas a tomar y menos como lo tomara
Alejandro- me mira con una mirada de si no hablas ahora te sacare todo a golpes
–quiero esperar para realizar la boda, quiero casarme cuando ya pueda caminar y
que pueda yo entrar a la iglesia caminado por mis propios pies- me mira con
cara de que!!! No se, será de lastima, compasión o que se yo…
-Hay!!
Luna eso sería maravilloso, ya te dijo Ale cuanto tardaría tu recuperación,
porque no creo que Ale este muy contento el posponer su boda- suspiro de frustración,
si sé que Ale hará una tormenta con rayos y relámpagos cuando se enteró de
quiero posponer la boda -sé que puede pasar muchas cosas Azul, pero entiéndeme
mi sueño es llegar al altar por mi propio pie ir hacia Alejandro y que nos
casemos y no ser un estorbo como lo soy ahora…
Azul
me abraza sabe que tengo unos enormes deseo de llorar pero mi orgullo no me permite
llorar enfrente de nadie y menos de ella. –Lo siento Azul sé que no he sido la
mejor amiga en estos días, pero entiéndeme quiero hacer esto con todo mi corazón,
quiero que Alejandro se sienta orgulloso de mi por verme caminar- una voz muy
familiar nos interrumpe Alejandro –De que hablan ustedes dos si se puede saber-
creo que ha llegado el momento de hablar con Ale ahora sobre mi idea –Bueno yo
los dejo tortolitos, me iré a buscar un pastelillo-
Azul
me abraza y me susurra –Te apoyo Luna sea lo que sea que decidas y suerte con
mi hermano- le regalo mi sonrisa de modelo para tranquilizarla.
-Ale
necesito hablar contigo con respecto a la boda- me mira sorprendido y
alegre a la vez –Que ya decidiste la
fecha para nuestra boda- suspiro y le regalo una sonrisa.
-De
eso precisamente quería hablarte, quería pedirte algo…
me
siento tan nerviosa por su reacción no sé cómo lo va a tomar, pero no hay
vuelta atrás o si –Y que quería pedirme mi prometida- vamos Luna tu puedes
ahora no puedes acobardarte. –Bueno yo… quería saber si podemos posponer la
boda por unos meses- me mira sorprendido por lo que acabo de soltarle, veo en
su mirada tristeza –Porque tenemos que esperar!!! dime al caso quieres pensar,
si realmente quieres casarte conmigo, es eso Luna respóndeme- yo me he quedado
muda por su actitud al caso piensa que sería capaz de decir si ahora y luego
retractarme este hombre es un imbécil!!! Realmente piensa que soy de las
personas que te ilusionan y luego te planta en la iglesia.
-Luna
contéstame, ya te arrepentiste de ser mi esposa al caso, es eso…
Él está
gritándome pero que le pasa decido salir de ahí comienzo a colocar mis manos
para impulsarme y salir de ahí, veo en su ojos furia nunca le había visto de
esa manera solo cuando me defendió de Sofía.
-Luna
a dónde vas, no me has respondido-
Y
para que quiere el, que me quede si solo le dije que quería posponer la boda y
no me dejo decirle que solo era para hacer la rehabilitación y él se pone como
un loco, prefiero salir a no decir algo de lo cual él o yo podamos a repetirnos.
-
¿Qué está pasando aquí?… grita el padre de
Alejandro y yo no… no puedo decir nada porque siento que las lágrimas se acumulado
en mis ojos, pensé que esto sería una buena idea pero me equivoque, salgo lo más
rápido de lo que me permite mis manos y salgo con rumbo al jardín, hasta este
momento, me he dado cuenta que han acoplado la casa a mí, han creado rampas para
mi silla de ruedas, demonios!!! Esto no era lo que yo me había imaginado, sigo
con mi silla de rueda caminado si se le puede decir asi, siento como las gotitas
que caen de mis ojos me nublan la visión esto no tuvo que haber sucedido porque
reacciono así y aparte que no me dejo terminar lo que tenía que decirle, es un estúpido
impulsivo, sigo andando hasta que me percato que he salido del jardín de la
familia Amor, lo que me faltaba estoy en un lugar que no conozco…escucho una
voz y estoy temblando de miedo no debí salir de la casa.
- _Porque anda una jovencita tan hermosa lejos
de su casa- miro de donde proviene la voz y no puedo creer lo que mis ojos están
viendo es un chico bastante atractivo no tanto como Alejandro pero tiene lo
suyo, me mira como esperando una respuesta de mi parte, pero mis neuronas se rehúsan
hacer sinapsis para poder responderle, debe pensar que soy una tonta.
-
¿Te encuentras bien? – trata de acercarse a mí
y yo retrocedo un poco –No temas no te lastimare linda, no soy un psicópata aunque
pueda parecer- el comienza a reír y yo también me ha contagiado su risa – me alegra
que te haya hecho sonreír, una chica tan hermosa como tú no debería de llorar- realmente
no me siento cohibida con él, no siento miedo del aunque debería porque es un
extraño y ni le conozco.
-
Yo… no sé qué decir discúlpame- en realidad
no sé qué decirle –Quizás podrías decirme tu nombre, no crees- mis mejillas se
torna rojas de solo escuchar su voz.
-
Yo me llamo Luna y ¿cuál es tu nombre?- de
donde diablos me salio eso porque le estoy preguntando su nombre.
- -Es muy bonito nombre señorita hermosa, pues déjame
decirte que mi nombre es Bryan, y es un verdadero placer conocerte, aunque en
circunstancias muy extrañas por así decirlo-
Extrañas
este si es un momento bastante extraño diría yo, veo a Bryan y él no tiene esa expresión
de lastima sino como una especie de admiración puede ser eso posible…
-
Si es un poco extraño Salí de casa para
pensar y he venido aparar acá y para serte sincera no sé dónde me encuentro- me
sonríe de una forma tierna.
-
Pues no deberías de preocuparte princesa, has
caído en las mejores manos, ves esa casa de ahí- veo una impresionante casa no
tan hostentosa como los de la familiar Amor pero se ve bastante acogedora –
bueno es ahí donde yo vivo, y estaba por aquí porque Salí a buscar una cosas al
supermercado- no me había percatado que llevaba unas bolsas.
-
Oh!! Perdóname por hacerte perder el camino a
tu casa.. me mira y comienza a reír.
-
Yo más creo que este ha sido mi día de suerte
princesa, porque si no hubiera salido a comprar, no te hubiera podido conocer-
siento como el calor vuelve a subir a mis mejillas.
-
Me gusta verte sonrojada, te hace ver más
hermosa de lo que ya eres, pero dime ¿quieres que te acompañe de regreso a tu
casa?- en realidad no quiero regresar necesito pensar en todo lo que ha
sucedido, esto ha sido una locura tras otra – ¿Luna te encuentras bien?- me ha
sacado de mi pensamientos no quiero ver a Ale por ahora.
-
Si estoy bien no te preocupes es solo que no
deseo regresar a casa aun, necesito pensar- me mira sorprendido –Pensé que querías
regresar ya…
-
En realidad no Bryan necesito estar un tiempo
alejada de A…
-
De la persona que te ha hecho llorar ¿verdad?-
este hombre aparte de ser guapo, es bastante suspicas –Algo asi Bryan, me voy
no quiero quitarte mas el tiempo –claro que no me quitas el tiempo princesa,
pero a ¿donde vas? Si se puede saber- veo que se rasca la nuca es muy gracioso.
-
Aun no lo sé Bryan, aun no sé qué va a pasar conmigo-
abre la boca y la vuelve a cerrar se me queda viendo y se rasca de nuevo el
cuello –Sé que apenas me conoces Luna, pero si quieres yo te puedo dar
hospedaje en mi casa, espero que no lo tomes a mal- pero que ha dicho me está ofreciendo su casa,
pero si soy una desconocida. – perdóname Bryan pero creo que no deberías de
confiar en desconocidos y menos ofrecer tu casa así como así…
-
Ya nos presentamos Luna así que ya no somos
unos desconocidos, además no me preguntes porque, pero yo confió mucho en ti por
favor acepta mi ofrecimiento, además acá afuera te vas a congelar – aunque no
quiera admitirlo Bryan tiene razón – acepto tu invitación solo con una condición
que me permitas pagarte por mi estadía, y sino aceptas me voy- levanta los
brazos en señal de rendición
-
Está bien princesa, sino hay otra opción- se
coloca detrás de mí silla de ruedas y comienza empujarla mientras yo llevo las
bolsas de comprado en mi regazo, lo que me mata de curiosidad es porque Bryan
no me ha preguntado porque estoy en una silla de ruedas.
-
Puedo preguntarte algo Bryan- me sonríe y me
dice –Claro lo que quieras princesa-
-
Eres la primera persona que no me pregunta
porque estoy en esta silla de ruedas ¿Por qué?- me regala una sonrisa de modelo
y me vuelvo a sonrojar esto esta muy mal de mi parte.
-
Simple princesa porque yo soy un
fisioterapeuta es decir ayudo a personas en tus condiciones, por ello no me
sorprendo ver a personas en tus condiciones-
-
Oh!!! Trato de decir algo pero vuelvo a
cerrar la boca, será cosas de destino el encontrarme con Bryan…
MILETH GREY